Un solo hombre no puede ser tan malo sin fondos, sin recursos, lleno de ignorancia y llevar a un país al caos, la tristeza y la opresión por tantos y tantos años.... sino viene el Papa Juan Pablo II quizás todavía seriamos un país silenciado, con una TV manipulada y con información "de pasillos" acerca de la verdad.
Buscando información encontré un articulo que resume varias verdades dentro de las tantas y que esta escrita en http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1408/article-33652.html por Susana Rojas y que habla sobre LA MANO NEGRA como denomina a la CIA en Chile y el rol que jugó en el derrocamiento de Allende y en el financiamiento y planificación del golpe de Estado más logrado de América Latina.
Como un secreto a voces, todo Chile tenía claro que el dinero para financiar los interminables paros y el bloqueo por parte de algunas importantes multinacionales, provenía directamente desde Estados Unidos. Sin embargo, los estadounidenses aún no revelan exhaustivamente toda la información. Cuando Allende perdió las elecciones presidenciales en 1958, Estados Unidos decidió que el resultado de los próximos en 1964, no podía dejarse en manos de la democracia por esto en 1961 se creó un comité electoral compuesto por la CIA y la Casa Blanca, y paralelamente en Santiago con miembros de la embajada de Estados Unidos y de la CIA en Chile. La CIA pagó como 20 millones de dólares de los costos de la campaña de Eduardo Frei Montalva
Pero ¿cuál era el verdadero peligro que representaba Salvador Allende para provocar tanto movimiento?
El 4 de septiembre de 1970, Allende ganó las elecciones y el Congreso chileno se reunió para elegir entre el líder de la UP y Jorge Alessandri, por la poca diferencia de votos entre ambos candidatos, una alarma de pánico se encendió Estados Unidos y tenía siete semanas para impedir que Allende llegara a ejercer como presidente. Según se lee en el texto, "Killing Hope U.S. Military and CIA Interventions Since World War II", escrito por William Blum y editado por Common Courage en 1995, "el 15 de septiembre, el Presidente Richard Nixon se reunió con Henry Kissinger, su secretario de Estado, el director de la CIA, Richard Helms, y el Procurador General, John Mitchell. Los apuntes que Helms tomó durante la reunión decían: "Tal vez aún exista una posibilidad hay 10 millones de dólares disponibles, más si fuese necesario... hay que desestabilizar la economía y en ese momento, se autorizó la utilización de fondos para sobornar a los legisladores chilenos y bajo fuerte presión por parte de Nixon, los esfuerzos norteamericanos se centraron en inducir a los militares chilenos para que llevaran a cabo un golpe de Estado. A la vez, Nixon y Kissinger expresaron claramente a la Casa Blanca, que no rechazaban del todo la opción de asesinar a Allende.
Tal y como costa en los documentos desclasificados por la mismísima CIA, "en la mañana del 22 de octubre de 1970, esta agencia entregó ametralladoras y arsenal a algunos de los conspiradores". Ese mismo día, Schneider murió de las heridas provocadas durante un "intento" de secuestro mientras se dirigía a su trabajo.
La CIA en Santiago comunicó a su casa central que al General lo habían asesinado.
Aún así la presidencia de Salvador Allende era confirmada por el Congreso chileno 3 de noviembre de 1970, el primer presidente socialista asumía el poder del país.
El proyecto socialista de Allende tenía como objetivos de sacar al país del subdesarrollo y dependencia de las potencias y terminar con la brecha entre ricos y pobres. Y fue por ello que Chile fue la primera intervención emprendida por Estados Unidos utilizando técnicas de gran inversión económica destinada a desprestigiar y derrocar a un gobierno los que iban desde saturar los medios de comunicación con información alarmante, provocando pánico en la población, hasta el financiamiento total de prolongadas paralizaciones para acrecentar el clima de conmoción. Pero las pruebas más concluyentes sobre la acción de esta agencia secreta en el gobierno de Allende, se encuentran en los mismos documentos que desclasificó en el 2000, donde se lee en un memorando, fechado el 16 de septiembre de 1970, el primer esbozo del complot, que se bautiza como "Proyecto Fubelt". El documento subraya que la CIA debe preparar en 48 horas un plan de acción para el entonces consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger: "El presidente Nixon ha decidido que un gobierno como el de Allende en Chile no es aceptable para EEUU.. El presidente autorizó 10 millones de dólares para evitar que Allende llegue al poder o destronarlo.
¿Y LAS DISCULPAS CUANDO?
El gobierno de los Estados Unidos, que manejan a la perfección el arte de las relaciones exteriores, logró transformar un hecho cierto e irrefutable, como lo fue la intervención de la CIA en el gobierno de Allende, aunque admite haber conspirado para realizar un golpe contra el gobierno constitucional de Chile, A pesar de muchas contradicciones, se presume que la CIA aún oculta importante información sobre la participación del gobierno estadounidense en hechos como la desaparición de Charles Horman y el asesinato en Washington del ex Embajador Orlando Letelier y su colaboradora estadounidense Ronni Moffitt."